Un viaje en vesícula por el interior de la célula

Mª Jesús Lucas Gay. Inst. de Biomedicina y Biotecnología De Cantabria (IBBTEC)

La célula eucariota dispone una compleja red de transporte interno donde los vehículos son vesículas, bolsas diminutas rodeadas de estructuras membranosas que las separan de su entorno y que transportan gran variedad de biomoléculas bien en su interior o ancladas a sus membranas. Muchos procesos que ocurren en la célula dependen de ese tráfico de vesicular pues de esta forma se dirige la carga que transportan al destino celular o extracelular donde ejercerán su función biológica.

Cualquier fallo en este transporte alterará la localización y función de muchas biomoléculas, lo que puede derivar en un mal funcionamiento celular y en patologías. Dada su complejidad e importancia biológica este tipo de transporte ha de estar muy controlado, de manera que cada tipo de vesícula se forme y actúe en un espacio y tiempo determinados. Investigaciones realizadas en los últimos años en este campo han puesto de manifiesto que ciertos tipos de enfermedades neurodegenerativas están relacionadas con errores en el tráfico intracelular. Además, este tráfico juega un papel relevante en la infección por ciertas bacterias y virus, ya que para establecer la infección algunos de ellos utilizan como estrategia el “secuestro de vesiculas” para poder sobrevivir, multiplicarse y desplazarse dentro de la célula, alterando para ello en muchos casos el control del tráfico vesicular dentro de la célula que parasitan.